top of page

EL IMPACTO DEL YOGA EN LA ESFERA MENTAL

UNA REVISIÓN DE LA LITERATURA

PROYECTO DE FIN DE CURSO DE ALEIDA PÉREZ GALVÁN



Introducción 

La esfera de la salud mental se ha ido abriendo paso en la vida cotidiana. Cada vez somos más personas las que tenemos más conocimientos sobre qué es un trastorno mental, como acercarnos a él y cómo gestionarlo. Poco a poco miramos este tema con más curiosidad, no solo para investigarlo y obtener más información, sino para normalizar y abrazar esta parte fundamental del ser humano. Esto abre puertas a un camino de sanación interna que no tiene precedentes en el mundo moderno ni en la raza humana. 

En este proyecto exploraré el impacto del yoga en la salud mental, centrándome en 5 trastornos mentales, recopilando literatura disponible, evaluando sus efectos y creando un punto de partida para posibles investigaciones posteriores. Revisaré múltiples estudios científicos en los que se ha estudiado la aplicación del yoga como terapia complementaria o alternativa para diversos trastornos mentales, específicamente: la ansiedad, la depresión, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno bipolar y la esquizofrenia. 

Explicaré las metodologías utilizadas y los resultados obtenidos. Para ello, he hecho una recopilación de literatura científica de varios estudios que han planteado la hipótesis de que el yoga puede ser beneficioso para sujetos diagnosticados con estos trastornos. 

Realicé una búsqueda en bases de datos como PubMed y Google Scholar, utilizando términos como "yoga y ansiedad", "yoga y depresión", "yoga y PTSD", "yoga y trastorno bipolar" y "yoga y esquizofrenia" y estudié los resultados. Se presentarán estudios publicados entre 2007 y 2023. 

El presente texto está compuesto por varias secciones: dos secciones introductorias: una introducción a los conceptos generales del Yoga, y otra que aporta conocimientos básicos sobre los trastornos mentales y las metodologías científicas generalmente utilizadas para su estudio. Posteriormente, hay una sección sobre cada trastorno, en la que muestro los resultados de diversos estudios y señalo unas pequeñas observaciones parciales. Finalmente, en las secciones de discusión y conclusiones, discuto los resultados y sus limitaciones, proponiendo posibles mejoras de las intervenciones basadas en mi experiencia como estudiante y profesora de yoga. 


Yoga 

El yoga es una práctica ancestral originada en la India, que se centra en el uso de diferentes métodos y técnicas para alcanzar un estado de bienestar completo conocido como Samadhi

La palabra yoga deriva de la raíz sánscrita “yuj” que se traduce como yugo o unión. Este concepto de unión es uno de los más usados para describir esta práctica. Más allá del significado que nos aporta la semántica de su etimología, el yoga ha sido descrito de muchas maneras diferentes, ya que es un término realmente inefable. 

Uno de los autores más importantes y el primero en poner por escrito enseñanzas específicas y sistemáticas sobre esta práctica milenaria es Patañjali, quien formuló ”Yoga es el [estado en que] cesa [la identificación con] los procesos mentales” en sus famosos Yoga-Sutras (Patañjali, n.d.). Esta es una de las definiciones de yoga más conocidas. 

Varios autores posteriores, volviendo a su raíz de unión, han atribuido el significado de yoga como “la unión de nuestra verdadera voluntad con la voluntad de Dios” (Iyengar, 1966/1995). 

Desde de un punto de vista más contemporáneo, Danilo Hernández habla en las Claves de Yoga de:


a) “La unión con uno mismo”, la integración armónica de todos los estratos del ser humano. (...)

b) “La unión del individuo con el cosmos” 

(...) 


En este sentido el yoga puede definirse como un conjunto de técnicas de perfeccionamiento del ser humano a nivel físico, mental y espiritual. (Hérnandéz, 1997, pp 19-20) 


Con respecto a sus orígenes hay mucha menos información disponible. El yoga fue originalmente una tradición únicamente oral, por lo que los documentos y evidencias de su origen y primeras etapas son casi inexistentes. Creando gran confusión entre los estudiosos a la hora de datar sus inicios. 


Mark Singleton escribe en El Cuerpo del Yoga

Algunos eruditos han hallado vestigios de práctica yóguica ancestral en restos arqueológicos de la civilización del Valle del Indo, en la actual provincia pakistani de Sind, que datan de alrededor del año 2500 a.C. (...) Entre los objetos encontrados está el “Sello Pa´supati” (…) la figura astada rodeada de animales representada en él era el prototipo de Siva, el “señor de las bestias”, sentado en una postura de yoga. Como indica Eliade, esto lo convertiría, con mucho, en “la primera representación plástica de un yoguin” (1969, p. 355). 

(...) 

Los testimonios textuales de la práctica yóguica no aparecen hasta época muy posterior [sic] . (...), la primera ocurrencia del propio término “yoga” es en la Katha Upanishad (siglo III a. C. ?). (Singleton, 2018, p. 85-86) 

En relación a documentos escritos, es en los Veda, textos clásicos de la India, donde se menciona el yoga por primera vez. No comentan ni describen técnicas de yoga, pero si hablan de conceptos y principios clásicos del yoga, asimismo centros y canales psico-energéticos (Hernández, 1997). 


Nuestra comprensión actual del desarrollo histórico del Yoga tiene numerosos vacíos, algunos bastante grandes, aunque podemos de forma amplia distinguir las siguientes cinco fases en la evolución del Yoga: 


1. Arcaico o proto-yoga: Tiempo de los cuatro vedas y anterior. 

2. Preclásico: Desde los Brahmanas a Patañjali quien codificó las enseñanzas yóguicas de su tiempo (800 ane – 200 dec CIRCA). En este período se cuenta también el período épico en el que se encuentran las enseñanzas yóguicas de la epopeya Mahabharata y en particular de su famoso episodio Bhagavad Gita. 

3. Clásico: Representado por las enseñanzas contenidas en los Yoga Sutra de Patañjali. 

4. Postclásico: Las enseñanzas del yoga posteriores a Patañjali, incluidos los desarrollos medievales, hasta el siglo XIX. 

5. Moderno: A partir del siglo XIX momento en que el Yoga comienza a proyectarse fuera de India hasta nuestros días. La visita de Swami Vivekananda a Estados Unidos en 1893 se contempla como un evento histórico significativo pues abrió las puertas para que otros maestros de Yoga comenzaran su trabajo de difusión del Yoga hacia Occidente. (Feuerstein, Enciclopedia de Yoga y Tantra, 2011) 


A pesar de su enigmático comienzo, hoy en día el yoga es una práctica afianzada y altamente extendida en el mundo moderno, incluyendo varios estilos que derivan de lo que se conoce como Sendas del Yoga. 

Existen 5 Sendas del Yoga, cada una de ellas es un método completo y único con sus características individuales. El fin de todas ellas es el mismo y muchos practicantes terminan combinandolas en su propia práctica personal. 


Son las siguientes: 

Karma Yoga: La senda del servicio desinteresado y la acción altruista, realizada sin apego a los resultados. 

Bhakti Yoga: La senda del amor devocional y la conexión emocional con lo divino a través de la adoración y la entrega. 

Gñana Yoga: La senda del conocimiento y la sabiduría, que busca la comprensión profunda de la realidad a través del estudio y la reflexión. 

Raja Yoga: La senda del control de la mente y la meditación, centrada en la práctica de la concentración y la introspección. 

Hatha Yoga: La senda del equilibrio entre el cuerpo y la mente, que utiliza posturas físicas, ejercicios de respiración y técnicas de relajación para preparar el cuerpo y la mente para la meditación. 

El yoga se presenta como un camino experimental que reconoce las limitaciones de la mente y busca la transformación personal a través de la salud integral, uniendo la salud física con la mental y la espiritual. Este enfoque nos invita a considerar cómo podrían los principios del yoga aplicarse para abordar uno de los mayores desafíos de salud de nuestra era: las enfermedades mentales. 


Esta es la base por la que muchas personas del mundo científico y de occidente se han ido acercando a esta práctica milenaria. Es el principal motivo por el que se ha creado la hipótesis que busca explorar este proyecto y es la hipótesis de la que parten todos los artículos científicos presentados en este texto. 


Trastornos Mentales 

En 1948, la OMS definió la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia" (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2022). 

Actualmente la definición de enfermedad mental dada por el DSM V es: 

Un trastorno mental es un síndrome caracterizado por una alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento de un individuo, que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental. Habitualmente los trastornos mentales van asociados a un estrés significativo o una discapacidad, ya sea social, laboral o de otras actividades importantes. Una respuesta predecible o culturalmente aceptable ante un estrés usual o una pérdida, tal como la muerte de un ser querido, no constituye un trastorno mental. (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013) 


Presento ahora algunos términos fundamentales para aquellos lectores no familiarizados con la terminología científica, esperando que la lectura de los artículos científicos sea más orgánica. 


Estudio experimental: Es una investigación en la que se manipulan variables para observar su efecto en una variable específica. Se asignan aleatoriamente participantes a diferentes grupos de tratamiento y se controlan variables externas para establecer relaciones de causa y efecto. 

Estudio Piloto: Es un pequeño estudio preliminar diseñado para probar la viabilidad, factibilidad y efectividad de un enfoque de investigación antes de llevar a cabo un estudio más grande y completo. 

Ensayo Clínico Aleatorizado (RCT): Es un estudio en el que los participantes son asignados al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento para evaluar la eficacia de una intervención médica o terapéutica. 

Revisión Sistemática: Es la investigación que recopila, evalúa y sintetiza toda la evidencia disponible sobre un tema específico para responder una pregunta de investigación claramente definida. 

Meta-análisis: Es una técnica estadística que combina los resultados de múltiples estudios independientes sobre un tema específico para producir una estimación más precisa del efecto de una intervención o tratamiento. ❖ Grupo Experimental y de Control: Dentro de un estudio experimental, el grupo experimental recibe el tratamiento o intervención que se está probando, mientras que el grupo de control no lo recibe y se utiliza como punto de comparación para evaluar los efectos del tratamiento. 

Cegamiento (Blinding): A la hora de realizar un estudio, se usa el procedimiento de ocultar la información del tratamiento asignado a los participantes o evaluadores para minimizar el sesgo en los resultados del estudio. Si es single-blinded, los participantes no tienen información sobre la intervención, si es double-blinded, participantes e investigadores no tienen información. 

Estadísticamente Significativo: El resultado es poco probable a que se deba al azar y es lo suficientemente fuerte como para atribuirlo a la intervención o tratamiento evaluado. 

Sesgo: Es una desviación sistemática de los resultados o interpretaciones del estudio respecto a la realidad, lo que puede llevar a conclusiones incorrectas. Esta desviación puede surgir en diferentes etapas del estudio, desde el diseño y la recopilación de datos hasta el análisis y la presentación de los resultados. 


Revisión de la Literatura Científica 


Yoga y Ansiedad 

La ansiedad es una experiencia común que afecta a millones de personas en todo el mundo, y se considera un trastorno mental con diversas manifestaciones, desde la preocupación excesiva hasta los ataques de pánico. Este trastorno puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen, afectando su bienestar emocional y su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas. 


El DSM V, nos ofrece como definición de ansiedad generalizada lo siguiente: 


A. Ansiedad y preocupación excesiva (anticipación aprensiva), que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar). 

B. Al individuo le es difícil controlar la preocupación. 

C. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses): Nota: En los niños, solamente se requiere un ítem. 

1. Inquietud, sensación de estar atrapado o con los nervios de punta 

2. Fácilmente fatigado 

3. Dificultad para concentrarse 

4. Irritabilidad 

5. Tensión muscular 

6. Problemas de sueño 

D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. 

E. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (...). 

(APA, 2013) 


Effects of yoga on depression and anxiety of women 

Javnbakht, Kenari & Ghasemi (2009) 


Objetivo 

Este estudio buscó evaluar la influencia del yoga en el alivio de los síntomas de depresión y ansiedad en mujeres que fueron remitidas a una clínica de yoga. 


Método 

● 65 mujeres fueron recomendadas a una clínica de yoga entre julio de 2006 y julio de 2007. Aceptaron voluntariamente participar en el estudio. 

● Fueron evaluadas al ingresar con un cuestionario de información personal, así como para la ansiedad y la depresión. 

● Fueron asignadas aleatoriamente a un grupo experimental y a uno de control.

● El grupo experimental (n = 34) participó en clases de yoga de 90 minutos dos veces por semana durante dos meses. 

● El grupo de control (n = 31) fue asignado a una lista de espera y no recibió clases de yoga.

● Ambos grupos fueron evaluados nuevamente después del período de estudio de dos meses. 


Resultados 

El nivel de depresión en el grupo experimental varió del 44.1% en el grupo, antes de yoga y 32.3% después de yoga. A pesar de haber habido una disminución, no se considera estadísticamente significativa. En el grupo de control también hubo una pequeña disminución, mucho más pequeña que la del grupo experimental, y también se consideró estadísticamente insignificante. 

Respecto a la ansiedad, al inicio ambos grupos tenían niveles similares de ansiedad. Después del periodo de yoga en el grupo experimental experimentó una bajada de la ansiedad-estado* del 41.2% al 20.6%, un valor estadísticamente significativo. El grupo experimental también sufrió una bajada de su ansiedad-rasgo* del 65.3% al principio y de 20.6% después de la práctica de yoga, también estadísticamente significativo. Mientras que en el grupo de control no hubo ninguna reducción en ansiedad. 


ansiedad-estado*: estado temporal de ansiedad 

ansiedad-rasgo*: predisposición a experimentar ansiedad 


Discusión y Conclusión 

Los grupos fueron formados equitativamente con respecto a los factores de edad y nivel educativo, y al comienzo del estudio ambos grupos mostraron síntomas similares de ansiedad y depresión. Tras el estudio los resultados claramente señalan una reducción en los síntomas de ansiedad-estado y ansiedad-rasgo, respaldando la hipótesis inicial de que el yoga si es beneficioso para tratar la ansiedad. 

El yoga promueve la conciencia corporal y la reducción de la tensión a través de posturas específicas (Asana), lo que puede aumentar la autoconfianza al promover un sentido de control personal, pudiendo reducir la ansiedad y la neurosis al mejorar la actividad autonómica*. 

A pesar de algunas limitaciones, este estudio sugiere que el yoga puede ser un tratamiento efectivo para la ansiedad en mujeres, ofreciendo una alternativa terapéutica potencialmente importante en lugar o en combinación con la medicación. Se sugiere realizar futuros estudios con muestras más grandes y mixtas, así como investigar los efectos fisiológicos del yoga en parámetros como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de neurotransmisores. 


*Actividad autonómica: Actividades corporales que el sistema nervioso realiza de manera automática (respirar, latidos del corazón, etc.) 

(Javnbakht, Kenari & Ghasemi, 2009) 


Effects of yoga versus walking on mood, anxiety, and brain GABA levels: a randomized controlled MRS study 

Streeter et al. (2010) 


Objetivo 

Este estudio aborda la cuestión de si los cambios en el estado de ánimo, la ansiedad y los niveles de GABA son específicos del yoga o están relacionados con la actividad física. 


Método 

● Participantes reclutados a través de varios métodos fueron asignados aleatoriamente a un programa de 12 semanas de Iyengar yoga o caminatas, con hasta 3 sesiones de 60 minutos por semana. 

● 34 sujetos completaron el estudio, 19 en el grupo de yoga y 15 en el de caminata. No hubo diferencias significativas entre los grupos al inicio. 

● Se sometieron a evaluaciones psicológicas para medir el estado de ánimo y la ansiedad antes y después de las intervenciones. 

● Instructores certificados de Iyengar yoga impartieron el yoga, mientras que las de caminata se llevaron a cabo en un ambiente similar, monitorizando ambos grupos. 


Resultados 

El grupo de caminata mostró niveles significativamente mayores de actividad fuera de la intervención en comparación con el grupo de yoga. 

El análisis de los cambios en las escalas de ánimo y ansiedad y los niveles de GABA* mostró que el grupo de yoga experimentó mejoras en el ánimo y una reducción de ansiedad, mientras que el grupo de caminata mostró un aumento en la revitalización y ninguna diferencia significativa en los niveles de GABA. Se observó un aumento casi significativo en los niveles de GABA en el grupo de yoga después de la intervención, pero no se detectaron cambios significativos en el grupo de caminata. 

No hubo diferencias significativas en los niveles de GABA entre los grupos al inicio del estudio. Ambos grupos asistieron a aproximadamente dos tercios de las sesiones programadas. 

GABA*: neurotransmisor que regula la excitabilidad neuronal, evita que un impulso nervioso no se dispare e induce a la calma. 


Discusión y Conclusión 

La intervención de yoga demostró una mejoría significativa en el estado de ánimo y una reducción de la ansiedad en comparación con la actividad de caminar. Se encontraron correlaciones positivas entre los niveles de GABA y las puntuaciones de estado de ánimo y ansiedad, lo que sugiere que un aumento en los niveles de GABA está asociado con una mejora en el estado de ánimo y una disminución de la ansiedad. 

Se observó que el grupo de caminata fue más activo físicamente fuera de la intervención y esto pudo haber afectado al estudio. 

Estos hallazgos sugieren que el yoga puede tener un efecto positivo en el estado de ánimo y la ansiedad, posiblemente mediado por cambios en los niveles de GABA en el cerebro. (Streeter et al., 2010) 


Observaciones 

Ambos estudios ofrecieron resultados muy favorables y ambos concluyeron que el yoga puede ser considerado como una terapia alternativa para el tratamiento de los síntomas de ansiedad. 

También se pudieron ver disminuciones en los síntomas de ansiedad y mejora del estado de ánimo, sino que en el segundo estudio sugirieron que el yoga podría tener una correlación con el aumento del principal neurotransmisor cerebral para inhibir los impulsos nerviosos y aportar calma al sistema nervioso. 

No solo resultó beneficiosa la práctica de yoga en comparación con el reposo, sino en comparativa con una actividad física alternativa, insinuando que el yoga podría ser particularmente positivo para el tratamiento de este trastorno. 

En contraposición, y como observación personal como practicante de yoga, en el segundo estudio usaron yoga Iyengar para observar los efectos en pacientes con ansiedad y este estilo de yoga puede no ser el más apropiado para este trastorno dado su carácter estricto en la ejecución de la práctica. Sin duda más estudios tendrán que llevarse a cabo, con especial atención en que clase de yoga se realiza. 


Yoga y Depresión 

La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes del siglo XXI, caracterizada por una persistente sensación de tristeza, pérdida de interés en actividades cotidianas e incluso pensamientos de muerte. Afecta a personas de todas las edades y puede impactar significativamente la calidad de vida. Comprender la depresión es crucial para desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento. 

Para comprender mejor esta condición aquí tenemos la definición que ofrece el DSM V

A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo período de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer. 

(...) 

1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (...) 

2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días (...). 

(...) 

3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (...). 

4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días. 

5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (...). 

6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días. 

7. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (...). 

8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, (...). 

9. Pensamientos de muerte recurrentes (...). 

(...) 

(APA, 2013) 


Treating major depression with yoga: A prospective, randomized, controlled pilot trial 

Prathikanti et al. (2017) 


Objetivo 

Este ensayo controlado aleatorio, con evaluadores de resultados cegados, examinó una intervención de hatha yoga de 8 semanas como monoterapia para la depresión mayor leve a moderada. 


Método 

● 38 adultos con depresión mayor de leve a moderada, diagnosticados por entrevista psiquiátrica estructurada y BDI*. 

● Criterios de exclusión: Personas en psicoterapia, farmacoterapia antidepresiva, terapias herbales o nutricionales para el estado de ánimo, o prácticas mente-cuerpo. 

● Grupo de yoga: 20 participantes, 90 minutos de hatha yoga, dos veces por semana durante 8 semanas. 

● Grupo de control: 18 participantes, 90 minutos de educación como control de atención, dos veces por semana durante 8 semanas. 

BDI*: (Beck Depression Inventory), cuestionario autoadministrado utilizado para medir la severidad de la depresión. 


Resultados 

Los participantes en yoga mostraron una disminución significativamente mayor en las puntuaciones del BDI después de 8 semanas en comparación con el grupo de control. El efecto del yoga reduciendo las puntuaciones de BDI fue bastante alto. Un 60% del grupo de yoga consiguió remisión de síntomas de depresión, en comparación al 10% del grupo de control. 

También se compararon resultados de autoeficacia y autoestima en los participantes del estudio, y ambos grupos mostraron mejoras. 


Discusión y Conclusión 

Al principio, ambos grupos tuvieron mejoras similares en su estado de ánimo, pero la diferencia entre los grupos se hizo evidente al final de las 8 semanas, el yoga ayudó más que el grupo de control a reducir la depresión. 

Se concluyó que en adultos con depresión mayor de leve a moderada, una intervención de hatha yoga de 8 semanas resultó en reducciones estadística y clínicamente significativas en la severidad de la depresión. Aunque prometedor, se necesitan más estudios para confirmar estos resultados sobre el efecto del yoga en la depresión. (Prathikanti et al., 2017) 


Yoga for Depression: A Systematic Review and meta-analisis Cramer, Lauche, Langhorst & Dobos (2013) 

Objetivo 

El objetivo de esta revisión fue evaluar de manera sistemática y realizar un meta-análisis sobre la efectividad del yoga para la depresión. 


Método 

● Revisión sistemática y meta-análisis sobre la efectividad del yoga para la depresión. ● Se buscaron ensayos clínicos aleatorizados (RCTs) en Medline/PubMed, Scopus, Cochrane Library, PsycINFO e IndMED hasta enero de 2013. 

● Se incluyeron RCTs de yoga para pacientes con trastornos depresivos y personas con niveles elevados de depresión. 


Resultados 

De los 963 documentos recolectados originalmente, solo fueron relevantes 12 RCTs con 619 participantes. 

Hay evidencia limitada de que el yoga es más efectivo a corto plazo que la relajación y el ejercicio aeróbico en reducir la depresión. El yoga comparado con la relajación también mostró más beneficios para la ansiedad. 

No se pudo realizar meta-análisis sobre los efectos a largo plazo debido a la falta de estudios y la heterogeneidad de los mismos. 


Discusión y Conclusión 

A pesar de las limitaciones metodológicas, el yoga podría considerarse una opción de tratamiento complementario para pacientes con trastornos depresivos y personas con niveles elevados de depresión. Se encontraron efectos a corto plazo del yoga sobre la depresión en comparación con el cuidado usual, la relajación y el ejercicio aeróbico. 

Más investigaciones tendrían que llevarse a cabo de manera rigurosa para poder confirmar estos hallazgos y evaluar los efectos a largo plazo del yoga. (Cramer et al., 2013) 


Observaciones 

En el contexto de la depresión, los datos obtenidos de diversos estudios parecen presentar cierta discrepancia. Mientras algunos sugieren mejoras a corto plazo, otros argumentan que se evidencian beneficios a largo plazo en los individuos afectados. 

Asimismo, se ha señalado que en ciertos casos, las modalidades de yoga basadas en la meditación podrían resultar más eficaces en comparación con aquellas centradas en la actividad física. No obstante, existen investigaciones que plantean preocupaciones sobre el impacto del mindfulness y la meditación en casos de depresión, argumentando que podrían propiciar la exacerbación de pensamientos y emociones negativas durante la práctica. 

Yoga involves physical activity in the context of learning mindfulness. For currently depressed individuals, mindfulness meditation (without physical activity) may be hampered by concentration difficulties, intense negative thinking, or a tendency toward inactivity or agitation. However, yoga may teach mindfulness even if an individual has concentration difficulties, and the physical aspects of yoga may counteract inactivity and agitation associated with depression. (Uebelacker et al., 2010) 

En contraposición, Uebelacker et al. sugieren que la concentración y atención inducidas a través del yoga con movimiento físico podrían ser más adecuadas para contrarrestar dichos efectos negativos a mayor escala. 

Es fácil observar que persiste una discrepancia significativa en los resultados y conclusiones de los estudios mencionados, haciendo que las evidencias en este área sean insuficientes. 


Yoga y PTSD 

En el panorama contemporáneo, el trastorno de estrés postraumático, o por siglas en inglés PTSD, ha emergido como un desafío significativo en el ámbito de la salud mental. No solo impacta individualmente a quienes lo padecen, sino que también tiene repercusiones en el tejido social y comunitario en el que están inmersos. 

En este contexto, se ha vuelto imperativo explorar enfoques terapéuticos efectivos para abordar tanto los aspectos individuales como sociales del PTSD, y construir comunidades más saludables y resilientes. 


Nos apoyamos en el DSM V para la definición y los síntomas del PTSD: 

A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza (...) 

B. Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza después del suceso(s) traumático(s): 

1. Recuerdos angustiosos recurrentes (...). 

2. Sueños angustiosos recurrentes (...). 

3. Reacciones disociativas (...) 

4. Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s). 

5. Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s). 

C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso(s) traumático(s) (...) 

D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s) (...) 

E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso(s) traumático(s) (...) (APA, 2013) 


Yoga as an Adjunctive Treatment for Posttraumatic Stress Disorder: A Randomized Controlled Trial van der Kolk et al. (2014) 


Objetivo 

Actualmente, los tratamientos disponibles para esta población tienen una alta tasa de respuesta incompleta, en parte porque los problemas en la regulación del afecto y el impulso son obstáculos importantes para resolver el PTSD. Este estudio exploró la eficacia del yoga para aumentar la tolerancia al afecto y disminuir la sintomatología del PTSD. 


Método 

● 83 mujeres de 18 a 58 años con PTSD crónico y no responsivo al tratamiento. ● Se asignaron al azar a clases de yoga centradas en el trauma o clases de educación sobre la salud de la mujer, ambas 1 hora por semana durante 10 semanas. 

● No hubo diferencias significativas entre los participantes al inicio, excepto en la empleabilidad, donde un 71.9% del grupo de yoga estaba empleado en comparación con un 46.9% del grupo de control. 


Resultados 

Al final del tratamiento en el grupo de yoga, el 52% de los participantes ya no cumplían con los criterios de diagnóstico de PTSD, en comparación con el 21% del grupo de control. Ambos grupos mostraron una disminución significativa en la severidad de PTSD, pero la reducción fue mayor en el grupo de yoga. 

También hubo mejoras en los dos grupos en varias medidas adicionales, como la disminución de niveles de depresión, pero las diferencias entre los grupos no fueron estadísticamente significativas. 


Discusión y Conclusión 

Se concluyó que un programa semanal de yoga de 10 semanas reduce significativamente los síntomas del PTSD en mujeres con PTSD crónico y resistente al tratamiento, mientras que el grupo de control volvió a los niveles iniciales de PTSD después de una respuesta positiva inicial. 

Gracias a la naturaleza de apoyo del grupo de control ambos grupos mostraron disminuciones significativas en los síntomas de depresión y una mejoría en el estado de ánimo, pero los aspectos físicos e interoceptivos del yoga fueron cruciales para la reducción de los síntomas de PTSD. 

El yoga, que incluye pranayama (respiración), asanas (posturas) y meditación, influye positivamente en la función neurobiológica y podría ser una alternativa valiosa a los tratamientos convencionales, destacando la importancia de la conciencia corporal y la regulación somática en esta patología. (van der Kolk et al., 2014) 


A Journey to Embodied Healing: Yoga as a Treatment for Post-Traumatic Stress Disorder 

Jindani & Khalsa (2015) 


Objetivo 

Este artículo presenta la dimensión espiritual de las experiencias de 40 participantes en un programa de Kundalini yoga (KY) de 8 semanas diseñado para tratar los síntomas del trastorno de estrés postraumático (PTSD). 


Método 

● 50 participantes fueron reclutados para un RCT sobre KY (Kundalini Yoga) y PTSD. ● 29 participantes completaron las 8 semanas de KY para PTSD y 21 fueron parte del grupo de control en lista de espera. 

● La mayoría de los participantes no eran practicantes de yoga, con una edad media de 44.7 años, y se incluyeron en el estudio por tener una puntuación alta en la lista de verificación de PTSD y no tener una práctica contemplativa actual. 


Resultados 

De los 50 participantes, 40 completaron la entrevista final. 

La mayoría de los participantes del grupo de KY experimentó mayor energía, autoestima, fuerza espiritual, paz interior y conexión con el espíritu y el yo a través de la práctica de yoga. También reportaron más energía y revitalización, especialmente aquellos con depresión, y destacaron la calma física y mental obtenida con la práctica. 

La práctica de yoga aumentó la autoestima y la confianza, ayudando a los participantes a confiar más en sí mismos y a cuidar de su bienestar. Muchos mencionaron que lograron cultivar una sensación de calma interior, equilibrio y fortaleza, mejorando su enfoque y conciencia en otras áreas de la vida. 


Discusión y Conclusión 

En comparación con el grupo de control, los participantes del grupo de yoga mostraron una reducción más significativa en los síntomas de PTSD. El yoga también fomentó la autorregulación, autoconciencia y conexiones sociales. 

Estos hallazgos indican que las intervenciones de yoga pueden ofrecer una práctica integrada de cuerpo-mente-espíritu que permite a las personas con PTSD crecer positivamente a partir de sus experiencias, a diferencia del grupo de control. (Jindani & Khalsa, 2015) 


Observaciones 

Dado que el PTSD se crea en experiencias vividas y uno de sus síntomas es revivir mentalmente el suceso traumático, creando riesgo de retraumatización, la práctica de yoga y de asanas debe ser específica y controlada para cada individuo. Una característica común de individuos con PTSD, durante la práctica de yoga, es que mantener largas posturas puede ser desencadenante, mientras que los movimientos rítmicos y constantes pueden ser más reguladores para el sistema nervioso. 

En el último estudio, la práctica de yoga utilizada fue el Kundalini yoga, y dadas las características específicas de este trastorno, esta práctica podría ser más beneficiosa para el PTSD, ya que la exigencia física es menor y el enfoque es más holístico y compasivo que otras prácticas de yoga. 

También es relevante mencionar que en el primer estudio, el grupo de control mejoró sus niveles de depresión debido al apoyo grupal, fuera de las sesiones formales. Sin embargo, la sintomatología relacionada con el PTSD no mejoró, sugiriendo que la práctica física del yoga fue la que ayudó a mejorar los síntomas relacionados con el PTSD. 


Yoga y Trastorno Bipolar 

El trastorno bipolar, una condición mental compleja y multifacética, ha sido objeto de un creciente interés en el ámbito de la salud mental. Su impacto en la vida cotidiana de quienes lo padecen y en la sociedad en general ha generado un amplio espectro de investigaciones y enfoques terapéuticos. Este trastorno, caracterizado por cambios extremos en el estado de ánimo, representa un desafío significativo tanto para los individuos afectados como para los profesionales de la salud mental. 

Para definir el trastorno bipolar, antes mencionar que se divide en dos tipos: Bipolar I y Bipolar II. El DSM V los define así: 


Bipolar I: (...) es necesario que se cumplan los criterios siguientes para un episodio maníaco. Antes o después del episodio maníaco pueden haber existido episodios hipomaníacos o episodios de depresión mayor. 

Bipolar II: (...) es necesario que se cumplan los criterios siguientes para un episodio hipomaníaco actual o pasado y los criterios siguientes para un episodio de depresión mayor actual o pasado. (APA, 2013) 


Cada uno de estos episodios son definidos en el DSM V (APA, 2013) como: 

Episodio maníaco (Bipolar I): 

❖ Periodo de tiempo de elevada excitación, euforia o irritabilidad extrema. 

❖ Aumento notable de la energía, actividad y necesidad de hablar. 

❖ Pensamientos acelerados, ideas grandiosas y juicio alterado. 

❖ Comportamientos impulsivos, como gastos excesivos o conducta sexual arriesgada.

❖ Puede requerir hospitalización debido al riesgo para uno mismo u otros. 


Episodio hipomaníaco (Bipolar II): 

❖ Similar al episodio maníaco, pero menos grave. 

❖ Estado de ánimo elevado, pero menos intenso que en el episodio maníaco.

❖ Aumento de la actividad y energía, pero no al nivel del episodio maníaco. 

❖ Cambios en el sueño y el apetito. 

❖ Puede aumentar la creatividad o la productividad. 


Episodio depresivo mayor (ambos): 

❖ Profunda tristeza, desesperanza o vacío. 

❖ Pérdida de interés en actividades antes disfrutadas. 

❖ Cambios en el apetito y el sueño, ya sea insomnio o hipersomnia. 

❖ Fatiga, baja energía y dificultad para concentrarse. 

❖ Pensamientos de muerte o suicidio. 

Adjunctive yoga versus bibliotherapy for bipolar depression: A pilot randomized controlled trial 

Weinstock et al. (2016) 


Objetivo 

Aunque se ha recomendado el yoga como una estrategia para manejar el estado de ánimo en el trastorno bipolar (BD), no existen estudios publicados sobre el uso del yoga para el tratamiento de los síntomas del BD. El objetivo de este estudio piloto fue desarrollar una intervención de hatha yoga como complemento para la depresión bipolar y evaluar su viabilidad, aceptación y seguridad preliminares en un ensayo controlado aleatorio de 10 semanas. 


Método 

● 18 individuos con depresión bipolar I (n = 16) o bipolar II (n = 2), de 18 años o más, con un nivel moderado de gravedad depresiva actual. Con farmacoterapia estable y con autorización médica para ejercicio moderado. 

● Asignados al azar a 10 semanas de yoga hatha (n=10) o a una sesión de biblioterapia autodirigida (n=8), ambas diseñadas para ser complementos a la farmacoterapia.

● Clases de yoga enfocadas a personas nuevas que pueden no estar físicamente en forma.

● La intervención de yoga fue de dos clases de 80 minutos por semana durante 10 semanas, y prácticas adicionales en casa. 

● Las sesiones de seguimiento después de la intervención fueron hechas por asistentes sin información sobre el tratamiento (blind-rater). 


Resultados 

9 de los 10 participantes de yoga y 5 de 8 de la sesión de biblioterapia terminaron el estudio. 

No hubo diferencias significativas por grupo para los cambios en los síntomas de depresión o calidad de vida con el tiempo, aunque sí hubo una diferencia significativa en los episodios maníacos, el grupo de yoga mostró mejoría en los síntomas, mientras que el del grupo de biblioterapia tuvo un ligero aumento en sus síntomas. 


Discusión y Conclusión 

La aceptabilidad de la intervención de yoga en el estudio fue mixta, baja asistencia, pero una satisfacción generalmente alta y una práctica domiciliaria frecuente. 

No se encontraron diferencias significativas en retención o satisfacción. 

Aunque el análisis entre grupos no mostró un beneficio claro del yoga sobre la biblioterapia para reducir los síntomas de depresión aguda, hubo indicios preliminares de que el yoga podría tener beneficios en la estabilización del estado de ánimo a largo plazo. 

No se encontraron diferencias significativas en retención o satisfacción. 

Se sugiere que el yoga para la depresión bipolar requiere más investigación, con un enfoque en ayudar a los participantes a practicar yoga regularmente. (Weinstock et al., 2016) 


Yoga As A Complementary Therapeutic Approach For Bipolar Disorder: An Empirical Evaluation 

Dhyani & Kapruwan (2023) 


Objetivo 

Este estudio explora la intersección entre el trastorno bipolar (BD) y la práctica del yoga como una forma complementaria de intervención. El objetivo principal es evaluar los efectos del yoga en personas diagnosticadas con BD, explorando sus experiencias y beneficios. Además, busca sentar las bases para investigaciones futuras. 


Método 

● Diseño pre-post con dos grupos: uno de control sin participación en yoga y otro experimental que practica yoga. 

● 100 participantes diagnosticados con trastorno bipolar, mayores de 18 años.

● La intervención de yoga tiene una duración de tres meses, incluyendo asanas, pranayama, dhyana (meditación) and swadhyaya (auto-estudio). 

● El grupo que practicaba yoga destacó en 3 subcategorías: 

Subgrupo A: altamente interesado en el yoga, práctica regular y satisfactoria.

Subgrupo B: cierta resistencia a prácticas largas, con interés en el yoga pero práctica inconstante. 

Subgrupo C: mucha resistencia a la práctica de yoga, desarrollando aversión personal a la práctica. 


Resultados 

Los subgrupos A y C, fueron los que mejores resultados lograron en comparación con el grupo de control, obtuvieron mayor reducción en los síntomas de BD. Esto sugiere una mejora de los síntomas relacionada con la terapia de yoga, tanto para aquellos que practicaban con asiduidad y satisfacción (subgrupo A) como para aquellos a los que supuso aversión y un reto a superar (subgrupo C). Para el subgrupo B, no se observaron diferencias significativas entre los grupos de estudio y comparación. 


Discusión y Conclusión 

Este estudio revela el impacto positivo del yoga en el trastorno bipolar, destacando sus beneficios potenciales para quienes lo padecen. 

Se observa que la práctica regular y dedicada del yoga lleva a reducciones significativas de los síntomas, mejoría en el funcionamiento psicosocial y un mayor bienestar general. El grupo que mostró un compromiso constante con la práctica regular de yoga (Subgrupo A) presentó resultados favorables, incluida una reducción en la dependencia de medicamentos. 

Se sugiere que el yoga se integre en el tratamiento del trastorno bipolar junto con la medicación, enfatizando la importancia de una práctica constante y dedicada del yoga para obtener beneficios óptimos.Es necesario un análisis e interpretación estadística adicional para confirmar estas tendencias. (Dhyani & Kapruwan 2023) 


Observaciones 

Al comenzar la búsqueda para este trastorno, lo primero y más evidente es una notable escasez de estudios específicos sobre este tema. Mientras que se ha investigado ampliamente el impacto del yoga en la depresión, los estudios centrados en otros aspectos del trastorno bipolar son escasos. Aunque algunos estudios exploran la capacidad del yoga para equilibrar las emociones y ayudar a la regulación general dentro del trastorno bipolar, son muy pocos los RCTs o pilotos realizados sobre la materia. 

Tras los estudios vistos aquí, con los resultados recolectados, donde en uno de ellos la mejora en los síntomas de los episodios maníacos fue considerable, es evidente que el yoga muestra resultados muy prometedores para el manejo del trastorno bipolar. Sin embargo, se necesitan más estudios debido a la limitada cantidad de investigaciones disponibles sobre el tema. 


Yoga y Esquizofrenia 

La esquizofrenia es una experiencia profundamente desafiante para quienes la padecen, afectando su percepción de la realidad y, a menudo, su capacidad para interactuar con el mundo que los rodea. Las personas con esquizofrenia pueden enfrentarse a una desconexión con su entorno, lo que puede llevar a un aislamiento social significativo. 


Aquí podemos leer la definición y los síntomas dados en el manual DSM V. 

A. Dos (o más) de los síntomas siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte significativa de tiempo durante un período de un mes (o menos si se trató con éxito). Al menos unos de ellos ha de ser (1), (2) o (3): 

1. Delirios. 

2. Alucinaciones. 

3. Discurso desorganizado (p. ej., disgregación o incoherencia frecuente). 

4. Comportamiento muy desorganizado o catatónico. 

5. Síntomas negativos (es decir, expresión emotiva disminuida o abulia). 

(...) 

C. Los signos continuos del trastorno persisten durante un mínimo de seis meses. Este período de seis meses ha de incluir al menos un mes de síntomas (o menos si se trató con éxito) que cumplan el Criterio A 

(...) 

(APA, 2013) 


The Effect of Yoga on Functional Recovery Level in Schizophrenic Patients 

Kavak & Ekinci (2016) 


Objetivo 

Este estudio se llevó a cabo para determinar el efecto del yoga, aplicado a pacientes con esquizofrenia, en sus niveles de remisión funcional. 


Método 

● 100 pacientes con esquizofrenia, 50 en grupo de control, 50 en grupo experimental. Entre 18 y 55 años. 

● Práctica de yoga de 40 minutos todos los días de la semana durante 6 semanas.

● La práctica de yoga fue primeramente introducida con un video y la persona que la impartió fue uno de los investigadores que recibió una formación de yoga anteriormente al estudio. 


Resultados 

Comparando ambos grupos después del tratamiento, el grupo experimental mostró puntuaciones medias más altas en la escala FROGS* en comparación con el grupo de control. El grupo experimental mejoró más en las áreas de funcionamiento social, salud y tratamiento, habilidades de la vida diaria y funcionamiento ocupacional que el grupo de control. 

El tratamiento aplicado al grupo experimental tuvo un efecto positivo y significativo en su funcionamiento general, mientras que el grupo de control no mostró cambios significativos. 

FROGS*: (Functional Remission of General Schizophrenia Scale) escala que evalúa el nivel de funcionamiento y la remisión funcional en pacientes con esquizofrenia. 


Discusión y Conclusión 

Los resultados del estudio son consistentes con investigaciones anteriores que encontraron mejoras en el funcionamiento y la remisión funcional* en pacientes con esquizofrenia después de practicar yoga. 

Se confirmó la hipótesis de que el yoga aumenta el nivel de remisión funcional en pacientes con esquizofrenia y se concluyó que la práctica de yoga es importante para mejorar el nivel de remisión funcional en pacientes con esquizofrenia. 


Remisión funcional*: estado en el que una persona que ha experimentado una enfermedad mental, experimenta una reducción significativa en los síntomas y es capaz de funcionar de manera más efectiva en su vida diaria. (Kavak & Ekinci, 2016) 

Yoga therapy as an add-on treatment in the management of patients with schizophrenia – a randomized controlled trial  Duraiswamy, Thirthalli, Nagendra & Gangadhar (2007) 


Objetivo 

El objetivo principal de este estudio fue examinar el efecto de 4 meses de terapia de yoga como tratamiento complementario en la psicopatología de pacientes con esquizofrenia. Los objetivos secundarios fueron evaluar sus efectos en la calidad de vida y el funcionamiento social. 

Para controlar los cambios debidos a factores no específicos, se comparó el efecto del yoga (YT) con el del entrenamiento físico(PT) como tratamientos complementarios a sus medicamentos antipsicóticos, y su resultado clínico se evaluó después de 4 meses.

Método 

● 61 pacientes con esquizofrenia moderada, entre 18–55 años. 

● Aleatoriamente asignados a YT (31 pacientes) o a terapia de PT (30 pacientes).

● 4 meses en total, 3 semanas de entrenamiento previo conjunto, y 3 meses restantes de YT y PT separados. 1 hora, 5 veces por semana. 

● 16 de los participantes no terminaron la primera etapa de entrenamiento conjuntos, quedando 45. 

● Los pacientes fueron evaluados al inicio y después de 4 meses de intervención.

● El evaluador no sabía a qué grupo pertenecían los pacientes, single-blinded. 


Resultados 

Las puntuaciones en síntomas y en desempeño personal en su vida social disminuyeron significativamente en ambos grupos, aunque las puntuaciones de calidad de vida (QOL) cambiaron significativamente solo en el grupo de yoga. 

Después de 4 meses, los resultados mostraron diferencias significativas entre los grupos, considerando factores como la edad, sexo, estado civil, duración de la enfermedad, dosis y tipo de antipsicóticos. El grupo de yoga tuvo puntuaciones significativamente más bajas en diferentes dimensiones de síntomas. El grupo de yoga también obtuvo mejores puntuaciones en QOL y funcionamiento social en general. 

No hubo eventos adversos graves como delirium, confusión, suicidio o complicaciones físicas serias en ninguno de los grupos durante el período de cuatro meses. 


Discusión y Conclusión 

Los pacientes en YT mostraron mejores resultados en síntomas, funciones sociales y ocupacionales y calidad de vida comparados con el grupo de PT. No hubo diferencias significativas en los síntomas positivos, probablemente porque estos ya eran bajos debido a los antipsicóticos.La mayoría de los pacientes no cambiaron su medicación durante el estudio. No hubo efectos adversos graves en ninguno de los grupos. 

Se reconoce que el conocimiento previo sobre yoga podría haber influido positivamente en el grupo de yoga. Futuras investigaciones deberían incluir medidas de estrés para entender mejor cómo el yoga ayuda en la esquizofrenia.El estudio concluye que el yoga es beneficioso como tratamiento complementario en la esquizofrenia, pero se necesita más investigación para ver si estos beneficios se extienden a los síntomas cognitivos y si son duraderos. (Duraiswamy, Thirthalli, Nagendra & Gangadhar, 2007) 


Observaciones 

En el ámbito de la esquizofrenia, numerosos estudios han explorado el impacto del yoga como terapia complementaria y los hallazgos hasta la fecha son consistentemente alentadores. Aunque algunos de estos estudios incluyen a participantes con trastornos graves o que reciben atención en centros de cuidados de día, los resultados muestran de manera consistente mejoras significativas. Además de reducir los síntomas, el yoga parece tener un efecto positivo en la calidad de vida general de los pacientes. Estos hallazgos respaldan la consideración del yoga como una opción terapéutica viable y potencialmente superior a otras terapias alternativas para la esquizofrenia. 


Discusión y Conclusiones 

El yoga ha demostrado ser más que beneficioso para tratar diversos trastornos mentales, evidenciando su utilidad no solo para individuos sanos, sino también para aquellos que padecen diferentes patologías. Sin embargo, es crucial reconocer la falta de información detallada sobre las prácticas de yoga en muchos estudios. 

A menudo, los investigadores hacían distinciones entre yoga y meditación y no especificaron qué tipo de yoga se practicaba. Es importante que por parte del equipo de investigadores la información sobre qué es exactamente el yoga sea más completa. 

También se puede observar que dependiendo del tipo de trastorno, ciertas prácticas de yoga resultaban más beneficiosas que otras. Por ejemplo, en casos de ansiedad y depresión, las prácticas físicas que incorporan concentración y respiración dentro del movimiento eran más efectivas, ya que la meditación estática podría aumentar los pensamientos negativos (Uebelacker et al., 2010). 

Para el trastorno de estrés postraumático (PTSD), las prácticas físicas rítmicas y suaves eran más adecuadas, evitando posturas prolongadas y considerando el lenguaje utilizado en las clases. Se obtienen mejores beneficios en prácticas más mentales, de carácter compasivo hacia el cuerpo y la práctica. 

Para el trastorno bipolar parece ser que la mezcla de posturas y meditación funciona bien, obteniendo resultados positivos en los estudios vistos, pero existe una significativa carencia de investigación en este ámbito. 

En la esquizofrenia, las prácticas eran más suaves y variaron entre sesiones sin meditación y otras con relajación y música. En este caso, las prácticas fueron impartidas bajo supervisión de especialistas en este trastorno (médicos, psiquiatras, etc.). 

Es también fundamental considerar la medicación que los pacientes toman al diseñar una práctica de yoga. Por ejemplo, los antipsicóticos que contienen litio pueden provocar intoxicación si el paciente experimenta aumento de temperatura o deshidratación excesiva (Jean et al., 2022). 

Aunque hay evidencias sólidas de que el yoga puede ser de gran ayuda en el tratamiento de trastornos mentales, su uso no está lo suficientemente extendido. El conocimiento sobre el tema, y la literatura científica disponibles es bastante escasa a día de hoy. 

Es primordial entender mejor qué partes de la práctica del yoga funcionan mejor y el porqué, al igual que es de esencial importancia que los investigadores estén mejor informados sobre el amplio rango que abarca la práctica de yoga. Es especialmente significativo que definan qué prácticas de yoga se podrían usar para cada trastorno y sus resultados específicos, abarcando posibles efectos de las asanas, del pranayama y de la meditación. 

Este proyecto enfatiza la necesidad de una mayor investigación sobre el papel del yoga en el tratamiento integral de trastornos psiquiátricos, así como la importancia de considerar las interacciones potenciales entre la medicación y las prácticas físico-mentales. Solo así se podrá maximizar el potencial terapéutico del yoga para aquellos que más lo necesitan. 


Referencias 


LIBROS 

Feurstein, G. (2011) The Encyclopedia of Yoga and Tantra. Colorado: Shambhala. Hérnandez D. (1997), Claves del Yoga. Barcelona: La Liebre de Marzo. 

Iyengar, B. K. S. (1995) La Luz del Yoga. Barcelona: Kairós. (Trabajo original publicado en 1966). 

Pantañjali (n.d), Yoga-Sutras. 

Singlenton, M. (2018), El cuerpo del Yoga. Barcelona: Kairós. 


MANUALES 

Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596 


ARTÍCULOS 

Cramer, H., Lauche, R., Langhorst, J., & Dobos, G. (2013). Yoga for depression: a systematic review and meta-analysis. Depression and anxiety, 30(11), 1068–1083. https://doi.org/10.1002/da.22166 

Dhyani, J., & Kapruwan, V. P. (2023). Yoga As A Complementary Therapeutic Approach For Bipolar Disorder: An Empirical Evaluation. Journal of Survey in Fisheries Sciences, 7158-7173. https://doi.org/10.53555/sfs.v10i1.1803. Retrieved from: https://www.sifisheriessciences.com/index.php/journal/article/view/1803/1126 


Duraiswamy, G., Thirthalli, J., Nagendra, H. R., & Gangadhar, B. N. (2007). Yoga therapy as an add-on treatment in the management of patients with schizophrenia--a randomized controlled trial. Acta psychiatrica Scandinavica, 116(3), 226–232. https://doi.org/10.1111/j.1600-0447.2007.01032.x 


Javnbakht, M., Hejazi Kenari, R., & Ghasemi, M. (2009). Effects of yoga on depression and anxiety of women. Complementary therapies in clinical practice, 15(2), 102–104. https://doi.org/10.1016/j.ctcp.2009.01.003 


Jean M, Umair M, Muddaloor P, Farinango M, Ansary A, Dakka A, Nazir Z, Shamim H, Paidi G, Khan S. (2022). The Effects of Yoga on Bipolar Disorder: A Systematic Review. Cureus, 14(8): e27688. https://doi.org/10.7759/cureus.27688 . PMID: 36072189; PMCID: PMC9440796. 


Jindani, F., & Khalsa, G. F. S. (2015). A Journey to Embodied Healing: Yoga as a Treatment for Post-Traumatic Stress Disorder. Journal of Religion & Spirituality in Social Work: Social Thought, 34(4), 394–413. 


Kavak, F., & Ekinci, M. (2016). The Effect of Yoga on Functional Recovery Level in Schizophrenic Patients. Archives of psychiatric nursing, 30(6), 761–767. https://doi.org/10.1016/j.apnu.2016.07.010 


Prathikanti, S., Rivera, R., Cochran, A., Tungol, J. G., Fayazmanesh, N., & Weinmann, E. (2017). Treating major depression with yoga: A prospective, randomized, controlled pilot trial. PloS one, 12(3), e0173869. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0173869 


Streeter, C. C., Whitfield, T. H., Owen, L., Rein, T., Karri, S. K., Yakhkind, A., Perlmutter, R., Prescot, A., Renshaw, P. F., Ciraulo, D. A., & Jensen, J. E. (2010). Effects of yoga versus walking on mood, anxiety, and brain GABA levels: a randomized controlled MRS study. Journal of alternative and complementary medicine (New York, N.Y.), 16(11), 1145–1152. https://doi.org/10.1089/acm.2010.0007 


Uebelacker, L. A., Epstein-Lubow, G., Gaudiano, B. A., Tremont, G., Battle, C. L., & Miller, I. W. (2010). Hatha yoga for depression: critical review of the evidence for efficacy, plausible mechanisms of action, and directions for future research. Journal of psychiatric practice, 16(1), 22–33. 


van der Kolk, B. A., Stone, L., West, J., Rhodes, A., Emerson, D., Suvak, M., & Spinazzola, J. (2014). Yoga as an adjunctive treatment for posttraumatic stress disorder: a randomized controlled trial. The Journal of clinical psychiatry, 75(6), e559–e565. https://doi.org/10.4088/JCP.13m08561 


Weinstock, L. M., Broughton, M. K., Tezanos, K. M., Tremont, G., Gillette, T., & Uebelacker, L. A. (2016). Adjunctive yoga versus bibliotherapy for bipolar depression: A pilot randomized controlled trial. Mental Health and Physical Activity, 11, 67–73. https://doi.org/10.1016/j.mhpa.2016.11.001 


Comments


Featured Posts
Recent Posts
Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page