El alma...en calma
En junio tuvo lugar al retiro del primer año de Formación de Hatha Yoga de la Promoción 2017/2018 en Las Palmas de Gran Canaria. Fue la culminación de un año completo de sensaciones y el inicio de un camino sin retorno.
Podríamos definir el termino retiro, haciendo referencia en este caso al hecho de retirarse del mundo cotidiano y del "rudio" y los "quehaceres del día a día" para así poder adentrarse a un espacio mas interno de uno mismo y donde a traves de la sadhana, práctica, te sumerges en la profundidad de tu interior llegando a un lugar de mas silencio, mas quietud... consciencia...unión...Yoga. En un retiro encuentras reunidas las condiciones mas propicias para adentrarte en ese viaje, encontrando así diferentes situaciones que te llevan al encuentro contigo mismo.
Primero llegas al lugar donde se celebra el encuentro y te encuentras con diferentes personas, almitas que te han acompañado el último año en el camino del Yoga, te acomodas en habitaciones creando así tus compañeros de habitación y comienzas ese viaje hacia ti. Un retiro es un encuentro donde te encuetras, donde te haces consciente de cómo estás, de cómo te sientes y te vives en situaciones diferentes. Cada uno de nosotros es un mundo en sí mismo siendo ya el universo entero, por lo que cada uno de nosotros vive todo de manera diferente y nace el respeto por el otro Ser. Compartes un espacio mas íntimo con tus compañeros, duermes fuera de casa en una cama desconocida, el ruido de los demás puede molestar y se pueden dar situaciones a las que no estas acostumbrado en tu día a día, presentándote así nuevos retos para integrar. Es por esto que es un viaje a tu Ser, compartiendo, siendo, donde se da el espacio para que nazcan nuevas relaciones y vivencias y la posibilidad de expresar partes de nosotros que normalmente tal vez no conocemos o que no quieren ser expuestas. El Yoga se hace presente en cada milésima de segundo.
Personalmente para mi este retiro despertó la sensación de entregarme a la vida y de compartir mi niña inocente sabia, juguetona y risueña que disfruta de reír a carcajadas con otros niños, en medio de un hermoso Oasis, sumergidos entre sonrisas y lágrimas.
Las prácticas comenzaban a las 8. Algunos habían dormido bien, otros no. Y así dábamos comienzo a la sadhana, que poco a poco nos condujo a aquellos lugares sombríos de nuestro interior,llevando Luz y despertando esas partes de nosotros aún dormidas. Tuvimos la posibilidad de hacer prácticas diversas y de vivir momentos mágicos. Hatha yoga, yoga restaurativo, yoga nidra, yoga de la risa, cuentos hermosos para el niño que vive en nosotros, fuego, sentir el cariño y la vida a través del tacto consciente y el movimiento, nos alimentamos con alimentos llenos de prana y creatividad y sobre todo viviamos instante a instante cada acontecimiento.
En un retiro tienes la posibilidad de permitir que aflore todo aquello que quiere aflorar y que puede que este bloqueado, surgen emociones diversas, risa, lágrimas, enfados, calma, y todo aquello que en la cotidianidad no dejamos que se nos escape guardándolo en un saco pesado a espaldas. Pero lo mas bonito era que cuando estos lenguajes del alma surgían encontrábamos un hombro amoroso donde reír, llorar y poder descansar.
En un retiro de Yoga vas conectando contigo de manera gradual, conectas con la esencia, con la consciencia suprema, siendo capaz de observarte y de observarlo todo sin mas. Pudiendo finalmente verte en el otro a través de los ojos del alma. A medida que van pasando las "horas" en el compartir va surgiendo esa chispa que te conecta con todo, con todos y va naciendo tal vez un profundo agradecimiento hacia la vida y hacia el instante presente. O simplemente nacen las sensaciones del instante, haciendo que sea perfecto en si mismo así tal como es el momento. Cada uno de los que compartimos vivió lo que necesitaba, mostrando así que un retiro es un encuentro especial para ver mas allá y para poder reconocer en nosotros lo que somos. Amor.